Las casas prefabricadas son aquellas que se construyen por piezas elaboradas en fábrica, que luego son ensambladas en taller. Una vez construida, son trasladadas a una ubicación final, consistente en un terreno urbanizable. Para algunos, este tipo de casas es una alternativa necesaria dentro del mercado inmobiliario, debido a su tiempo de construcción y su poco impacto medioambiental.
Este tipo de casa tarda poco tiempo en construirse, específicamente, entre cuatro y seis meses, un lapso considerablemente menor al de las casas tradicionales. Esto, junto con lo antes expuesto y sus materiales de construcción, han potenciado esta nueva tendencia de arquitectura.
Arquitectura sostenible, artífice de las casas prefabricadas
Este tipo de arquitectura se ha ido abriendo paso en el mercado en los últimos años. Se ha vuelto una tendencia global cuyo propósito principal es hacer frente al cambio climático. Asimismo, sus exponentes buscan crear consciencia en materia de sostenibilidad y medio ambiente.
La premisa de la arquitectura sostenible es edificar construcciones que reduzcan su huella de carbono, lo que es posible mediante la optimización de recursos naturales.
Casas prefabricadas: ¿Qué materiales se usan en su construcción?
Muchos arquitectos optan por defender esta tendencia debido a su impacto y a las facilidades que aporta. Su impacto se centra en el aspecto ecológico, pues este tipo de viviendas se elabora con materiales sostenibles que, además, permiten el ahorro de energía. De esta manera, hacen del hogar un sitio amigable con el medio ambiente. Dichos materiales son acero, madera y hormigón.
El hormigón, la opción con más demanda en el mercado
Las casas prefabricadas más vendidas son aquellas que están hechas con hormigón. Los usuarios, arquitectos e ingenieros gustan de este material por su durabilidad, alto nivel de resistencia al fuego y el aislamiento acústico que ofrece.
Otra de las razones por la cual los arquitectos gustan de crear casas con hormigón tiene que ver con su facilidad para diseños modernos. Esto se debe a que el material permite una interesante relación entre modernidad y durabilidad.
Sin embargo, el hormigón también tiene su desventaja. Su nivel de aislamiento térmico no es bueno, lo que propicia la inclusión de otros materiales que den solución al problema. Esto se traduce en costos adicionales.
La madera, la opción más sostenible del mercado
Para construcción, tanto arquitectos como ingenieros han considerado la madera como el material más apropiado, a fin de cuidar el medio ambiente. Las casas elaboradas con este material no tienen huella de carbono, además de que son más ligeras para el transporte. Esto se debe a que la manera es menos pesada que los demás materiales.
Aunado a ello, funciona como aislante térmico, por lo cual es posible mantener una temperatura en el interior de la casa, de manera que es posible ahorrar energía.
Por otro lado, la madera tiene una gran desventaja, la cual va de la mano con su mantenimiento. La madera viene de la naturaleza, por lo cual es indispensable revisarla periódicamente, para así contrarrestar posibles plagas que puedan deteriorar la casa.
El acero, un material con mucha resistencia
Arquitectos e ingenieros consideran el acero como un excelente material de construcción para las casas prefabricadas. Esto se debe a su capacidad de resistir fuego, corrosión y terremotos, así como también a su capacidad de aislamiento acústico.
No obstante, el acero tiene dos puntos en contra. Uno de ellos es el precio, pues las piezas elaboradas con este material son las más costosas. Por otro lado, tiene deficiencias como aislante térmico, por lo cual se requiere de materiales adicionales, a fin de mejorar su eficiencia energética. Esto implica costos adicionales en la construcción de la casa.