Los tomacorrientes normados se han convertido en un estándar clave para garantizar la seguridad eléctrica en viviendas, oficinas e industrias en el Perú. Estos dispositivos, que incluyen los modelos “tres en línea” y “schuko”, han sido diseñados para reducir significativamente el riesgo de accidentes eléctricos, incluso en situaciones de contacto con agua o en presencia de niños.
Una de sus principales características es la incorporación de una conexión a tierra. Esta función evita que una persona reciba una descarga eléctrica al momento de enchufar un electrodoméstico, incluso si tiene las manos mojadas. Según las especificaciones técnicas del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), esta conexión a tierra es esencial para prevenir electrocuciones y también para evitar incendios causados por falsos contactos o errores de conexión.
Además, los tomacorrientes normados cuentan con un mecanismo de seguridad adicional: una cortina interior que impide el ingreso de objetos extraños en los contactos energizados. Este sistema está especialmente diseñado para proteger a los niños, quienes podrían introducir elementos metálicos como alambres, tijeras o llaves. Gracias a esta protección, se disminuyen de forma considerable los accidentes eléctricos en el hogar.
Ambos tipos de tomacorrientes —“tres en línea” y “schuko”— están contemplados dentro del Código Nacional de Electricidad Utilización, elaborado por el MINEM, y cumplen con las Normas Técnicas Peruanas, las cuales siguen los estándares internacionales de la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC) y las directrices de la Organización Mundial del Comercio (OMC).
Diferencias clave entre los modelos
Los tomacorrientes “tres en línea” funcionan con 220 voltios y una capacidad de 10 amperios. Son recomendados para electrodomésticos de bajo consumo, como radios, relojes electrónicos, batidoras, secadoras de cabello, entre otros. Tienen espigos parcialmente aislados (salvo el del centro, que es de puesta a tierra), lo que evita descargas en caso de contacto accidental con los dedos.
Por otro lado, los tomacorrientes “schuko” operan también con 220 voltios pero soportan hasta 16 amperios, lo que los hace ideales para equipos de alto consumo eléctrico como lavadoras, microondas, refrigeradoras, termas o congeladoras. También son ampliamente utilizados en hospitales, clínicas e industrias. Una de sus grandes ventajas es su diseño profundo, que impide el contacto directo con los conectores, ofreciendo una mayor protección al usuario.
En contraste, tomacorrientes tradicionales como el americano, euroamericano o universal, aún comunes en muchos hogares, presentan mayores riesgos por sus espigos planos y la ausencia de mecanismos de seguridad modernos.
La adopción de tomacorrientes normados no solo es una medida de cumplimiento técnico, sino una inversión directa en la seguridad de las personas. Elegir entre un “tres en línea” o un “schuko” dependerá del tipo de electrodoméstico y del entorno en el que se utilizará, pero ambos ofrecen una barrera confiable frente a los peligros de la electricidad.