¿Podrán las casas prefabricadas hacer frente a una crisis de vivienda?

Las casas prefabricadas se han posicionado como una solución adecuada ante la aparente crisis de viviendas que se ha registrado en algunos países. Muchas casas prefabricadas fueron construidas durante el siglo XX. Las primeras patentes se registraron en la década de 1920, pero fue tras la Segunda Guerra Mundial que estas casas comenzaron a producirse en masas.

En aquel tiempo, su duración estaba pronosticada para 10 años, pero a partir de la década de 1960, surgieron versiones de alta calidad. No obstante, en algunos países, las casas prefabricadas siguen siendo mal vistas. En Reino Unido, por ejemplo, podrían ser demolidas.

Casas prefabricadas: ¿Ideales para la crisis de vivienda?

Quienes abogan por este concepto, aseguran que funcionan como hogares cómodos, con buen aislamiento térmico y acústico. Dichos hogares pueden ser construidos en mucho menos tiempo de una casa tradicional. Esto propicia la rentabilidad a corto plazo para la industria inmobiliaria.

Por otra parte, los defensores de las casas prefabricadas también sostienen que durante su proceso de construcción se genera menos polvo, molestias y ruidos. Aunado a ello, los costos por concepto de construcción se han reducido poco a poco, conforme se optimiza la eficiencia de tal proceso.

No obstante, los ejemplares de casas prefabricadas que se construyen en la actualidad no se consideran al nivel de los modelos posguerra. Los detractores de este concepto señalan que las viviendas prefabricadas tampoco están al nivel de casas tradicionales. Por tal motivo, ven con gran preocupación el uso de estas viviendas como una solución rápida.

Algunos arquitectos que no apoyan este tipo de casas también han manifestado la posibilidad de que las casas tradicionales desaparezcan. En la actualidad, muchas instituciones bancarias y prestamistas son selectivos para financiar las casas prefabricadas. Se abstienen de ser partícipes de ello hasta que se compruebe su durabilidad a largo plazo.

La percepción del estilo prefabricado

Independientemente de las opiniones en contra, las casas prefabricadas se han deshecho de su percepción anticuada. De hecho, se están abriendo paso para posicionarse entre las viviendas convencionales. Incluso, algunas zonas emplean estas viviendas como refugio para personas sin hogar. También se utilizan como bien en alquiler para personas que tienen dificultades para encontrar un hogar.

Algunos expertos sostienen que este tipo de viviendas podrían funcionar para hacer frente a la crisis. Vale mencionar que el concepto de casas prefabricadas no se pone en práctica en cualquier país. Por lo general, esto solo se ve en naciones desarrolladas o “de primer mundo”.

Si se importan, ¿qué consecuencias puede traer?

Como ya se ha explicado, el concepto de las casas prefabricadas solo se practica en países desarrollados. Por ello, no es común ver este tipo de casa en naciones de menor nivel de vida. Para esto, las casas deben ser importadas.

Evidentemente, esto es algo que solo podría ser costeado por personas con alto poder adquisitivo. No obstante, los gobiernos de muchos de estos países no ven esta alternativa con buenos ojos, pues consideran que esto puede traer consecuencias paulatinas. A su juicio, la demanda de trabajo para los empleados de construcción podría disminuir y, eventualmente, dejarlos sin trabajo.

Las casas prefabricadas pueden traer efectos positivos y negativos a cada situación país. Pueden generar más viviendas, especialmente para aquellos que buscan independizarse. Por otro lado, pueden generar una situación desafortunada para ciertos sectores laborales en algunos países.